domingo, 26 de octubre de 2008
Hungría y su fantasma
Últimamente escribo mucho sobre Hungría. En realidad, publico mucho sobre Hungría. Tres años allá no pasan en balde. Los textos publicados hasta ahora, de hecho, fueron redactados durante mi estancia en ese corazón de Europa, que late tan fuerte en su paisaje, su geografía humana y urbana. No existían los blogs, pero quise publicarlos en la red, y así lo hice con unos pocos. Luego tuve miedo y lo dejé. En cualquier caso ahora regresan como fantasmas plenos de memoria. Hungría, desde entonces, siempre ha sido un fantasma en la memoria, una realidad a la que cirtualmente regreso a través de la relectura de estos textos, y también cuando escucho algún disco de folklore o cierta ópera rock. Por ello pienso que es probable que siga ampliando la serie A orillas del Tisza, ahora en la escritura desde una distancia geográfica y temporal mucho mayor, sin duda, pero no creo que menos intensa. No sé por qué hace falta una justificación, pero a veces el deseo de hacerla es suficiente. Es simplemente que amar, a veces, no tiene explicación, e invento un artículo absurdo como este para llamar puramente la atención, como un enamorado torpe y deseoso de que todo el mundo se fije en lo que el amor produce sobre él. Qué tontería, ¿verdad?
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3 comentarios:
De tontería nada. ¿Que pasa con tus seguidores de la serie?, recordamos, revivimos, aprendemos.
Y aunque nuestro paso por Hungría fué pequeño en comparación con el vuestro, también es grande en nuestra memoria, y crece con tus artículos. Ya quiero ver el próximo.
No sólo a orillas del Tisza, si aceptas peticiones del oyente, yo te pido, por afvor, que rescates del baúl d elos recuerdos a nuestra preciosa Piroska...
Me uno a las peticiones anteriores, ya sabes que tenemos un enlace en el blog a la serie, así que esperamos la continuación, aunque sea por temporadas, como las series televisivas... ;-)
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