lunes, 15 de diciembre de 2008

Santa Lucía y la silla de las visiones

Existe la tradición húngara de que en el día de Santa Lucía, a principios de diciembre, aquellas muchachitas húngaras que aún no tienen novio elaboran pastelitos rellenos de nombres de los chicos que conocen. El juego y el destino, mediante el intercambio de estos dulces, determina el novio que le ha tocado a cada una, el bocado que muerde el pastel descubre el nombre del afortunado. Se entiende que el resultado puede servir de orientación divina para el futuro de las chicas, que quedan en ascuas y con el brillo en los ojos de la ilusión por descubrir aquel hombre que le pertenecerá y con el que habrá de descubrir placeres y deleites.

Pero Santa Lucía invoca no sólo la visión del futuro en este juego ritual e infantil de nombres el azar, Santa Lucía invoca también la visión de aquello que no se ve, lo oculto en la realidad, el mundo espiritual que nos rodea y que se escapa ante nuestra vista terrena. Y se logra a través de la construcción de una silla. El interesado, como si del protagonista de un cuento se tratara, debe buscar trece ramas de árboles distintos y, una a una, día a día, desde la celebración de Santa Lucía, pulirlas, prepararlas y ensamblarlas para elaborar con sus propias manos e individualmente una silla, la silla de las visiones.

La silla, probablemente algo tosca y rudimentaria, quedará terminada el día de Nochebuena, el 24 de diciembre por la noche, y, asegura la leyenda que, si acudimos con esa silla a la iglesia, en el momento de la medianoche, con las campanadas que inician la Misa del Gallo, podremos admirar cómo por la iglesia vagan los espíritus malignos y cómo revolotean a nuestro alrededor, sin percibir daño alguno por el espectáculo.

Santa Lucía los conserve la vista. Y a nosotros también.

2 comentarios:

monikita nipone dijo...

Te recuerdo que también en otros países se celebra el día de Santa Lucía. En los pueblos suecos, por ejemplo existe la elección de una hermosa muchacha a la que le colocan en la cabeza una guirnalda con velas, entre otras cosillas. Me suena también que hacen pastelitos y lo de la silla, pero de eso sabe mejor Ana, de cuando estuvo en Umea (precioso nombre, por cierto).
Besotes.

Maribel dijo...

Preciosa información, tendremos que tejer la silla para la próxima nochebuena; de momento nos conformaremos con comprobar que bocado del roscón de reyes ,mañana día 6, contiene el secreto. Primero fue una humilde haba que ha pasado a ser una figurita de cerámica o plástico, una tradición de pocos años que despide las fiestas cristianas de navidad en España. Felices Fiestas!